Como una de las clínicas dentales de Chamberí (Madrid) te recordamos que la endodoncia es uno de los tratamientos más habituales. En las siguientes líneas nos ocupamos de los casos en los que se hace necesaria.

Esta técnica odontológica también es conocida como “tratamiento de conductos”. Se trata de eliminar la pulpa del diente, es decir, la parte interior de cada pieza dental, y sellar después el conducto pulpar. La pulpa del diente es un tejido blando que aloja a los nervios y a los vasos sanguíneos. En la Clínica Dental Reina Victoria recurrimos a una endodoncia cuando la caries ha dañado ya demasiado la pieza. La endodoncia puede ser parcial o total. A la parte del conducto del interior de la corona del diente se la conoce como cavidad pulpar y a la de la raíz como conducto reticular. Este está conectado con el hueso maxilar. 

Será preciso recurrir a una endodoncia en una de las clínicas dentales de Chamberí (Madrid) cuando la pulpa ya sufra necrosis o pulpitis por culpa de la caries. Habida cuenta de que esta parte del diente está ya muerta, si no se interviene, el paciente podrá sufrir infecciones o inflamaciones. Hay otras causas que pueden estar detrás de la necrosis. Por ejemplo, un traumatismo o la erosión de los dientes por ejemplo por el bruxismo. Ten en cuenta además que, para hacer una endodoncia, hay que anestesiar la zona. Lo siguiente es hacer un agujero en la corona del diente para acceder a la pulpa, extraerla y limpiar el conducto. Después hay que proceder a la obturación y al sellado del conducto y de la corona. 

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